Muchas personas, principalmente de la edad adulta y las embarazadas sufren de esta condición. Las hemorroides son venas hinchadas en la parte inferior del ano y el recto, por lo que pueden ser desagradables y dolorosas, aunque son fáciles de tratar y muy prevenibles. 

¿Qué son las hemorroides?

La dilatación de las radículas de las venas rectales dentro del canal anal se les llama hemorroides. En comparación con las arterias, las venas son débiles debido a las paredes delgadas y, por lo tanto, cualquier contrapresión en las venas puede hacerlas tortuosas.
Existen tres venas rectales: las venas rectales superiores, medias e inferiores. Cualquier obstrucción o aumento de la presión en estas venas puede predisponer a las hemorroides.

Tipos de hemorroides

Dependiendo de la situación, hay dos tipos:

1) Externas

Este tipo de hemorroides se ven fuera del orificio anal y están cubiertas por la piel. Son de color negro o marrón.  Causan mucho  dolor debido a la rica irrigación nerviosa en esta zona.

2) Internas

Están dentro del canal anal, se encuentran cubiertas por una membrana mucosa y es de color rojo o púrpura. Se caracterizan por ser inodoras.

Algunas veces las internas y externas se producen en el mismo individuo.

¿Qué puede originar a las hemorroides?

Existen diversos factores que dan origen a esta condición, entre ellas:

  1. Es una enfermedad familiar.
  2. Es común en individuos que tienen estreñimiento crónico. Aquellos que tienen el hábito de ir al baño debido a la frecuente necesidad de hacer heces,  pueden desarrollar hemorroides en el futuro.
  3. Las hemorroides son comunes en aquellos que toman exceso de pollo, gambas, comida picante, etc. Aquellos que toman verduras y alimentos fibrosos rara vez se ven afectados.
  4. Algunas mujeres las sufren durante el embarazo debido a la compresión de las venas rectales por el útero.
  5. Debido a lesiones cancerosas en el recto que  pueden obstruir el flujo sanguíneo y producir hemorroides.

Síntomas y señales de las hemorroides

1) Dolor

El dolor es común en las hemorroides externas, que empeorarán al hacer un esfuerzo en las heces.

2) Sangrado

El sangrado se produce en salpicaduras mientras se presiona para expulsar las heces. En algunos casos, el sangrado puede ser profuso 

3) Masa sobresaliente

En las hemorroides externas la hinchazón se puede sentir alrededor del orificio anal, mientras que en el caso de las hemorroides internas inicialmente no se puede sentir.

 Cuando la enfermedad progresa, ellas sobresalen durante las heces y se introducen automáticamente y cuando la condición empeora las sobresalientes no vuelven a entrar en el ano.

4) Secreción

En algunos casos habrá secreción de moco con picazón alrededor del orificio anal. 

Complicaciones

Cuando existen complicaciones, ocurre:

  • Infección: La infección puede extenderse a las venas profundas, resultando en septicemia -infección grave-.
  • Fibrosis: Las hemorroides se fibrosan con el endurecimiento del orificio anal.
  • Trombosis: La sangre dentro de ellas formará coágulos y puede obstruir el flujo sanguíneo.
  • Gangrena: Sus tejidos y la piel cercana mueren debido a la falta de suministro de sangre.
  • Supuración: Cuando las hemorroides supuran puede producir un absceso con descarga de pus. 

¿Cómo desinflamar las hemorroides externas rápidamente?

Inicialmente se trata en base a los síntomas. Por ejemplo:  El estreñimiento debe ser tratado o si hay anemia se debe dar hierro. También,Los medicamentos homeopáticos pueden dar buenos resultados.

 Sin embargo, si el tratamiento medicinal no da ningún resultado se puede intentar lo siguiente.

1) La hemorroide externa trombosada se extirpa bajo anestesia local.

2) La terapia de inyecciones esclerosantes puede reducir su tamaño.

3) La ligadura con bandas de goma alrededor del cuello de las hemorroides es útil en algunos casos.

4) La criocirugía es muy efectiva.

5) La dilatación anal puede reducir el estreñimiento y el dolor.

¿Cómo prevenir las hemorroides?

La mejor manera de prevenir esta incómoda y dolorosa condición es:

  • Comer muchas frutas y verduras.
  • Consumir alimentos fibrosos.
  • Evitar el exceso de consumo de carne, gambas, cangrejos, etc.
  • Mantener un horario regular para las comidas.
  • Beber suficiente cantidad de agua.